A principios de año me había propuesto publicar una o dos veces por semana, pero durante casi dos meses este blog estuvo abandonado. Me puse a hacer otras cosas (que nada tienen que ver con el dibujo) y medio que me "olvidé" de la existencia de Fin de Otoño. Si hay alguien que siga este blog -que realmente no lo sé y hasta lo dudo-, supongo que ya estará acostumbrado a sus constantes vaivenes. Es que los tiempos me están viniendo escasos y es dudoso que la situación cambie en lo inmediato. Ello significa que el sitio entrará, a partir de la fecha, en un período de inactividad por tiempo indeterminado. Un mes. Cuatro. Un año. Quién sabe. Pero, por si a alguien le interesa, en algún momento volverá a activarse. De alguna manera lo haré saber.
Para esta ocasión pensaba colocar el cierre del capítulo III de "Avispones negros sobre montículos de barro", pero, por las razones ya expuestas, las dos páginas finales (de un total de 15 para esta parte del capítulo) han quedado inconclusas. De modo que, aprovechando que la última vez publiqué una historieta semiabstracta o con elementos abstractos, me decanté por algo de abstracción pura y dura. Una página en la que se cuelan, por un lado, un dibujo de la artísta plástica dadaísta Hanna Höch y, por otro, un pedazo del primer Bretón (André): un estracto de aquel maravilloso libro que coescribió con Philippe Soupault y lleva por título Les champs magnétiques (Los campos magnéticos). Tal como lo dice el título de esta entrada, es una mezcla de elementos abstractos, dadaístas y surrealistas, pero, finalmente, lo que predomina -y con creces- es la abstracción.
Bueno, ahora sí: nos vemos a la vuelta.
Para esta ocasión pensaba colocar el cierre del capítulo III de "Avispones negros sobre montículos de barro", pero, por las razones ya expuestas, las dos páginas finales (de un total de 15 para esta parte del capítulo) han quedado inconclusas. De modo que, aprovechando que la última vez publiqué una historieta semiabstracta o con elementos abstractos, me decanté por algo de abstracción pura y dura. Una página en la que se cuelan, por un lado, un dibujo de la artísta plástica dadaísta Hanna Höch y, por otro, un pedazo del primer Bretón (André): un estracto de aquel maravilloso libro que coescribió con Philippe Soupault y lleva por título Les champs magnétiques (Los campos magnéticos). Tal como lo dice el título de esta entrada, es una mezcla de elementos abstractos, dadaístas y surrealistas, pero, finalmente, lo que predomina -y con creces- es la abstracción.
Bueno, ahora sí: nos vemos a la vuelta.