miércoles, 25 de agosto de 2010


Kusch


Esta cosa la hice fascinado por la obra del antropólogo y filósofo Rodolfo Kusch. Uno de los intelectuales argentinos más importantes de los años '60 y '70 (por no decir de nuestra historia) y, al mismo tiempo, uno de los más relegados. Por suerte, en los últimos años se lo ha ido revalorizando, aunque aún bastante marginalmente y no precisamente en la academia.
Kusch dedicó su producción intelectual al rescate y revalorización del pensamiento americano, propiamente americano; particularmente el pensamiento andino. La idea del "estar" de los pueblos indígenas, frente a la del "ser" de los europeos, centrales en la obra de Kusch, aporta una perspectiva sumamente original desde dónde pensar lo propiamente americano y, también, para pensar nuevos modos relacionales entre los hombres y entre éstos y la naturaleza. Hay allí una apuesta eminentemente libertaria (que, de algún modo, la alineo con la ecología de la libertad de Bookchin) que, actualizándola a los tiempos que corren y al enriquecimiento que ha supuesto el cruzamiento entre culturas (tarea que Kusch también ha encarado), puede darnos importantes herramientas para construir un nuevo mundo.
Si bien puedo discutir la práctica política de Kusch, que no escapa a los vicios de la intelectualidad, no puedo dejar de reconocer el tremendo aporte que ha significado para muchos, entre los que me encuentro.
En cuanto a la historieta en sí misma, es una verdadera porquería. Habiendo una obra magnífica detrás de ella, he sido incapaz de hacer algo medianamente digno. Incluso, hoy, después de tantos años de haberla dibujado, no coincido con lo que hay en ella: se ve claramente una concepción dualista que no tiene nada que ver con lo que Kusch y los pueblos andinos han planteado.