martes, 1 de febrero de 2011


¡Temporada 2011!

Bueno, bueno, después de un largo tiempo de persianas bajas, este coso vuelve a colgar el cartelito de “Abierto” para alegría de Mork, aunque no de Mindy. Regresa sin premisa alguna, casi porque sí. No siempre tiene que haber una razón, un justificativo para los actos de nosotros los mortales, dicen. Hay veces que el “porque sí” es argumento por demás suficiente. Esta es una de esas ocasiones.
Ahora bien, en octubre pasado, en el texto en que anunciaba el cierre momentáneo de Fin de Otoño (sí, porque anunciaba apenas un impasse, un stand by), había dicho que aprovecharía “el tiempo que sigue (es decir, el parate circunstancial) para retomar y redelinear algún proyecto olvidado o emprender alguno nuevo, sin la impulsividad que me ha caracterizado en estos dos últimos años, con un trabajo más serio y sistemático [jaja, "serio" y "sistemático", me releo y me espicho de risa]; quizás me concentre en la vuelta al papel, que hace tiempo abandoné y siempre estuvo entre mis planes. Tal vez siga igual, pero sin publicar”; pues bien, de todas esas opciones, la única más o menos acertada fue la última. No podía esperarse otra cosa. Incluso, aquello de "de ahora en más seguiré dibujando, pero con un ritmo más pausado [¡dejemo' de afanar, como si hubiera dibujado tanto, psst] que el que me ha guiado hasta el momento", quedó en una mera expresión, si se me permite, literaria. En estos casi cuatro meses de ausencia, más allá de alguna que otra historieta a las perdidas y de algunas que otras ideas más o menos vagas esbozadas en dos guiones inconclusos (el más avanzado no supera las 12 páginas, pa' que veas), no he dibujado una sola línea ni ideado ni una sola fórmula matemática. Así que bueh, eso, no hay clarinetes que tocar.
Sin embargo (siempre hay un sin embargo), ojo, muchacho, ojo muchacha, hay novedades; no muchas, bastante pobres, pero las hay. Dos puntos:

1. (Empecemos por la más evidente) Como se podrá apreciar, el local ha sido remodelado (más o menos), con nuevo encabezado y nuevos cositos a los costados, que iré acomodando con el correr de los días. Una boludez, pero quería meter conejitos, me gustan los conejitos, el conejo es mi animal favorito (en una de esas, quién sabe, no prometo nada, pueden llegar a ser protagonistas de otra novedad, pero no digo nada, porque por ahí mando fruta).

2. En este año previo al fin del mundo, Enulfo Rey se convierte en serie regular, una serie de tiras que pueden ser leídas en forma individual, pero que en el conjunto formarán una historia, o unas historias. Historias épicas, mitológicas, de ciencia ficción, de física nuclear, a lo Tolkien, bah.

3. Por ahora -salvando esta semana-, habrá dos días de actualización:

Los lunes, Enulfo Rey para toda la familia.
Los jueves, lo que venga. Este será, sin dudas, el día más findeotoñero, donde el azar atenderá el quiosquito como ya ha demostrado no saber hacerlo.

4. No, no hay.

Dicho lo dicho, paro de escribir (siempre escribo mucho, vicios de escritor frustrado que le dicen) y dejo una de esas poquísimas historietas que hice en estos últimos meses. Es sobre un padre que ha perdido a su hija y a los 15 años la encuentra bajo la cama mirando al ropero. No es el mejor comienzo, pero es un comienzo, ¿o no? ¿Eh?

Sea bienvenido y póngase incómodo como en casa ajena.